domingo, 11 de julio de 2010

Noche en Combarro


Este fin de semana lo pasamos en Combarro. Navegamos con viento de popa el sábado, de Portonovo a Combarro. Nos recibió nuestro amigo y marinero del náutico, Lamine. Me quedé asombrada de la destreza que tiene haciendo nudos con una mano. Tendré que aprender.

Había muchos veleros en tránsito, la mayoría con bandera francesa. Todos veleros preciosos de más de 30 pies. El Naos era el más pequeño, pero igual de coqueto. La zona de duchas era como estar de Erasmus, con madres e hijas superrubias que te daban los buenos días con acento simpático. Y no -lo siento- las duchas no son mixtas. Los chicos tienen su propio Erasmus en las duchas masculinas. :-)




Se celebraba una boda, la primera nos dijeron, en la cafetería chill out del puerto: bla bla bla. Se hacía un poco raro intentar pasar desapercibido para no molestar a los invitados. Tenían los pinchos en la terraza que da servicio a los pantalanes, y por allí pasábamos todos. Un gran sitio para dar una fiesta, pero con este problema de espacios compartidos.

Regresamos el domingo para Portonovo, despues de desayunar en el Naos. El padre del Patrón diseñó en su día una mesa que se adapta a la bañera y permite unos 4 comensales. Una gran idea que convierte al Naos en un cómodo velero.

Navegación de ida: empopada para practicar las orejas de burro.
Navegación de vuelta: salimos para dar la vuelta a la isla de Tambo. Precioso faro. Navegamos unas millas siguiendo la estela del velero de Iván. Despues, ciñendo hasta puerto.



Es la segunda vez que estamos en Combarro y la impresión es muy buena:

-Aseos amplios y limpios. Con zona separada para duchas y vestuario. Tienen unos ventanales que dan a la ría, y con suerte, puedes ver pasar embarcaciones mientras te cambias. Tambien se ve la fábrica de celulosas de Lourizán, pero mejor no fijarse mucho :-(

-El trato de los marineros es magnífica. Aunque las dos veces que fuimos estaba Lamine, y claro, no es lo mismo.

-El precio de tránsito: unos 15€ por el Naos (27pies). Es de los más caros. Pero el pantalán de tránsito es magnífico, ni una ola y con un finger largo y cómodo.

-Y si quereis marcha ya hay una cafetería pub en la zona del puerto, además del bla bla bla.



¡Sólo queda una semana para salir de vacaciones con el Naos!

a mariñeira

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